
INFORMACIÓN DEL PROYECTO MADRID - GRAN VIA I
Mi obsesión por poseer ciertos objetos está más cerca de un sentimiento de amor y empatía que de una decisión simplemente estética y de buen gusto.
La mayoría de los objetos que poseo, no han sido buscados si no que han ido apareciendo en circunstancias diversas e impredecibles.
Estos encuentros muchas veces han supuesto esfuerzos económicos que no me podía permitir, pero por encima de todo estaba la posesión de ese objeto que materializaba y satisfacía las múltiples obsesiones de mi repertorio y universo estético.
Las fuentes de las que he bebido han sido sobrias, masculinas y poderosas. El neoclasicismo en todas sus expresiones y periodos, desde finales del siglo XVIII con las piezas más sobrias de la época Luis XVI, hasta principios del siglo XIX con los rotundos periodos revolucionarios representados por los estilos Directorio y Consulado. También esta fiebre neoclásica volvió a surgir en el periodo de entreguerras (1930-1940) donde lo clásico fue llevado a su interpretación más escueta, lo que le confirió una potencia inusitada. Muebles y objetos de estas épocas junto con piezas de arte abstracto escogidas por pura intuición emocional junto con poderosas piezas tribales, forman mi universo estético. Las piezas sobre-escaladas también han sido mi debilidad, añadiendo más de tensión al contrastarlo con espacios de escala más contemporánea.
Por esto considero que el contenedor que diseñé para vivir y albergar todos estos objetos que forman parte de mi vida, es el mejor marco posible.