2021 AD ESPAÑA

Domina las artes decorativas con especial maestría, pero además es arquitecto, coleccionista experimentado y fiel amante de la historia de cualquier objeto, construcción o lugar: Ramón García Jurado se suma a nuestro AD 100 por méritos propios. A sus 60 años confirma que la mayoría de ellos los ha dedicado a su profesión y pasión. Ella es la que le ha dejado experimentar el mundo desde muchas perspectivas, definiendo el gran guión de su vida.

Le pedimos que le echara una mirada rápida al pasado, y con algo de vértigo relataba así sus comienzos: “Abandoné Madrid en busca de la excelencia, ya que la España de los 80 no era el lugar idóneo para formarse”, comenzaba. Las mejores escuelas de Estados Unidos –tales como Harvard o la Parsons School de Nueva York– contemplaron sus inicios. Pero volvió a casa. Empezó a trabajar con grandes de la profesión como Pascua Ortega, pero en el año 96 abrió estudio propio… Hasta el día de hoy. “Cuando pasa el tiempo, te das cuenta que todo tiene su momento y su sitio. He aprendido a no ser estricto, no creo que existan reglas inquebrantables siempre que todo esté hecho de una manera optimista”, apunta.

De igual forma, la experiencia le ha otorgado una de las cualidades que más pone en práctica: la inteligencia emocional. Gran parte de su trabajo se centra en “vender ideas, no algo físico y material”, ya que el resultado florece después de que el cliente haya invertido parte de sus ilusiones y esfuerzo. “Esa es quizás una de las partes más difíciles de mi trabajo, ya que hay que devolver constantemente un feedback y que el cliente no pierda el entusiasmo. “Yo no decoro ni diseño para mí sino para un cliente con un perfil específico. Mis puestas en escena se adaptan a cada persona, porque tendencias me pueden gustar todas, pero hay que buscar lo apropiado. Hay que analizar el tipo de persona, el estilo de vida que lleva, conocerle e identificar qué uso le va a dar a la casa”, explica.

“¿Y la mejor parte?”, le preguntábamos. No dudó mucho en responder con una situación específica: “Cuando escenificas todo en tu cabeza, te imaginas un tipo de mueble y artista, pero el azar te lleva por otro camino que le da un giro al proyecto. Y, casi por arte de magia, cobra vida en sí mismo. Eso es un momento muy bonito”.

En sus proyectos, la mayoría residenciales privados, consigue materializar la atmósfera de los grandes interiores del XIX, haciendo convivir épocas sin esfuerzo gracias a sus dotes como anticuario. Su casa madrileña es el mejor ejemplo de ello, donde ha firmado cada rincón con su versión más creativa, y resaltando el trabajo de su equipo de artesanos así como su espíritu coleccionista. “En las obras más clásicas solemos recurrir a las antigüedades pero en las más contemporáneas solemos diseñar casi todos los muebles con patrones únicos que no volvemos a repetir. Es un trabajo que se acerca mucho a la Alta Costura. Nuestros diseños siempre están realizados por grandes profesionales y artesanos que hemos ido reclutando en 30 años de profesión”.

Tiene preferencia por los contrastes, por combinar arte moderno con esculturas clásicas y, de todo ello, crear diálogos inesperados entre piezas dispares. Pero si existe un sello personal en toda obra de Jurado es el juego de escalas. “Me gustan los objetos poderosos. Coloco sujetos muy grandes que no están pensados para determinados espacios”, creando efectos que solo podrían hablan de una cosa: su personalidad. Pura sofisticación y exclusividad.

Nombre y Apellido: Ramón García Jurado (@ramongarciajurado)
Año: 1969
Ciudad: Madrid
Estilo: Clásico

 

1. ¿Cómo describiría su trabajo?

Nuestro trabajo es muy variado y se inspira en toda la historia de la decoración. Nuestro espíritu es optimizar los deseos y expectativas de nuestros clientes con lo cual nuestros registros y repertorios pueden ser clásicos o contemporáneos dependiendo de cada situación.

2. ¿Cuáles son sus referentes?

Nuestras fuentes de inspiración y referentes son muy diversos, decoradores desde Renzo Mongiardino o Tony Duquet a Jean Michel Frank o David Hicks son ejemplos de profesionales en los que nos miramos.

3. ¿Qué le inspira?

No creemos en las tendencias, creemos en lo apropiado, cada cliente y cada obra nos suelen llevar por caminos diferentes, lo cual requiere dominar repertorios muy diversos.

4. ¿Ese truco del oficio que nunca falla en un interior?

Conocer al cliente y sus necesidades, qué uso le dará a la casa y, sobre todo, cuáles son sus expectativas, sueños y deseos. A partir de ahí comenzamos a desarrollar la puesta en escena para cada guión.

5. ¿Un mueble o pieza que le represente?

Quizá uno de las últimos muebles diseñados en el estudio para un proyecto, es un armario hecho en arce, pergamino y estructura de hierro con pan de oro.

6. ¿Su último capricho decó?

Ha sido una mesa escultura de Yann Dessauvages, un joven diseñador belga, que utilizamos en uno los últimos proyectos.

7. ¿El proyecto de sus sueños?

Suele ser el último en el que estamos trabajando.

8. ¿Cómo cambiará la casa en un futuro próximo?

Supongo que estará totalmente dominada por la domótica y será mucho más eficiente energéticamente, pero nunca cambiará en su esencia, que será reflejar el espíritu de quienes las habitan.